No sólo es un lugar especial para quedarse a dormir, tienen una carta sencilla, de calidad y muy apropiada para un entorno incomparable. Paredes de piedra encierran una exquisita comida a un precio muy aceptable, con un servicio muy familiar. Todo rústico y muy acogedor para cenas o comidas especiales al lado de una chimenea de leña. Repetiremos!

Es una casita tipo medieval chulísima! cerquita de Lugo capital, a 5 minutos en coche.
Los dueños fueron muy amables y hay perritos en el jardín.
La habitación es grande y el lavabo también, no falta nada, es muy comoda.
Estuvimos una noche aunque con gusto me hubiera quedado más, pero nuestra ruta continuaba hacia Orense