Un sitio muy limpio donde no faltaba de nada, la comodidad de las camas o del sofá en la salita era muy agradable, la amabilidad del valet parking y que subió las maletas antes de hacer el check in fue impresionante, cuando subimos ya estaba todo ahí. El servicio de buffet, sin palabras, todos muy amables y mucha rapidez para cambiarte los platos, la comida deliciosa. Y las chicas de recepción siempre con una sonrisa y el conductor del transfer para bajar al pueblo muy amable y rápido.