El personal del hotel te mira por encima del hombro y da la sensación de que te hacen un favor. El hotel está descuidado, el desayuno es patético. No hay fruta fresca, sólo en almíbar. La habitación daba justo delante del almacén de toallas y limpieza en general del hotel, por lo que a las 7h de la mañana el equipo de limpieza ya empezaba a entrar y salir de dicha habitación impidiéndote dormir. Además como el comedor quedaba justo debajo, se oía a los que desayunaban (la sillas cada vez que se levantaban para ir al pobre bufet). Nos alojamos cuatro días y hasta el último día nadie nos preguntó que tal estábamos, Para más inri, se trata de un Relais Chateaux. Una vergüenza total, un auténtico timo. El día de la partida, nos llevaron las maletas al coche, llovía ellos se protegieron con un paragüas y a nososros no nos ofrecieron ninguno a pesar de tenerlos en recepción.