Un hotel con categoría 4 estrellas, pero que no llega. Las habitaciones amplias, necesitan renovarse. El desayuno bien, el servicio de restaurante bien, pero si quieres esperar en el hotel tomando algo, no te sientes cómodo pues no disponen de un espacio tipo bar sino que es el mismo salón donde se dan los servicios de comidas.
La situación, buena, en el centro, se va andando a la parte vieja de la ciudad, amurallada y con un laberinto de calles estrechas que invita a perderse, aunque al ser pequeña enseguida encontraras una salida.

En general como casi todos en Martina franca, es bastante decepcionante, son casi todos hoteles con mas estrellas de la cuenta para lo viejos que son , están sin renovar y se nota en exceso el paso de los años, mucho que mejorar para llegar al nivel de las estrellas que tiene.