Hace dos fines de semana estuvimos en este alojamiento y solo tenemos buenas palabras.
El pueblo es precioso, con el lago, las playas... Un lugar de ensueño.
Y el estudio perfecto. Muy tranquilo, totalmente nuevo, muy bonito y no le faltaba detalle (utensilios de cocina,baño,sombrillas,paraguas... todo y más de lo que puedes imaginar).
Además la anfitriona Isabelle es encantadora, nos explicó todo y nos resolvió todas las dudas con una sonrisa, fue super atenta y super simpática.
Y ya para hacerlo más perfecto aún, nos prestó un par de bicis para recorrer el lago, las playas y toda la zona.
Totalmente recomendable, nosotros, volveremos pronto seguro.
Merci Isabelle!