Se trata de un pequeño hotel sin lujos ni ascensor, gestionado con gran profesionalidad por el parlanchin matrimonio propietario, de peinado algo embollado y bien perfumado, acorde con el standard de la cadena de hospedaje demí-rural Logis de France.
Excelente ubicación, delante de l'etang de Cucuron. Paquing privado en la parte trasera. Desayuno muy correcto. A destacar que en las cercanias se encuentra un restaurante semigastronómico.