Aseguran una estancia de total independienza de los huéspedes y nuestra sorpresa al llegar es que los dueños viven al lado y están todo el rato controlando. Hemos alquilado la casa para nosotros durante este fin de semana pero ellos entran en la suya a través de la nuestra, osea intimidad cero. Paseando por los alrededores jardines etc de toda la casa estando nosotros dentro. En un primer momento se habló de alquilar la casa para un cumpleaños y esa misma noche nos comentan que no podemos poner música alta y está prohibido hacer fiestas, lo cual previamente en la reserva cuando se habló con ellos por teléfono se comentó y no hubo ningún problema al respecto. Incluso nos comentaron que la casa se alquilaba para despedidas de soltera. Al estar al lado escuchcbana todo lo que hacíamos y con esto enviándonos mensajes durante la noche. Nos sentimos totalmente engañados porque prometen una cosa y luego la experiencia para nada ha sido así ni se parece. A parte, el dueño ha resultado ser, después de habernos ido, con sus mensajes, un irrespetuoso, maleducado y racista mencionando que "valencianos teníamos que ser..." decepcionante que alguien en los tiempos que corren se dirija a ti de este modo.