Me sorprendió muchísimo Punta Carretas. Aparentemente es un restaurante que por su ubicación nunca dirías que por dentro fueras a caer rendido a su ambiente, a su exquisita decoración, al cuidado en los pequeños detalles y ante la exquisita comida.
Fui con mi familia para celebrar un cumpleaños y absolutamente todos quedamos prendados por el ambiente: una mesa decorada con gusto, rodeados de plantas, con música en vivo acompañando la cena, los camareros muy profesionales, y la comida espectacular. Carne que se deshacía en la boca, entrantes a cuál mejor, y todo a un precio muy a la par de la calidad. ¡Recomendadísimo!