Mi pareja y yo nos hospedamos en este hostal hace unos días y fue una estancia estupenda.
El trato fue inmejorable, la situación y el entorno, privilegiados, la comida buenísima y el hide de paseriformes, incluido en la estancia, una maravilla para quienes disfrutamos observando y fotografiando aves. Nos fuimos muy contentos, con ganas de repetir.

Hemos pasado unos días geniales. El hostal acogedor, sus dueños muy amables. Nos han ayudado y orientado en conocer la zona. Muy limpio. Nos ha encantado el restaurante, sobre todo su carta de tapas y de cervezas. Extensa y a cual más buena.

Este sitio es un clásico de Gredos. Cerca del Parador y a las puertas del Circo de Gredos. Se nota el paso de los años en los tablones de madera y ése es parte de su encanto. Por 55€ una habitación con baño amplia y cómoda me pareció más que razonable. Fui allí atraído por su hide de pájaros conectado con el hostal y sobretodo por el de rapaces. El trato que te ofrecen es inmejorable: 25€ si bajan al cebo y si no pues no hay que pagar nada. La sesión de fotos fue increíble: milano negro y real, buitre leonado y negro. Hasta se acercó un zorrillo por allí. Lo disfrute mucho gracias al buen consejo del dueño. Volveré en otra estación a ver si puedo fotografiar al alimoche. La única recomendación que le haría a los propietarios es preparar un poco más el hide interior porque estoy seguro de que, aparte de los amantes de la ornitología, acercarse a ver de cerca arrendajos, petirrojos, escribanos y demás es un atractivo para todos sus clientes.