El Hostal Almanzor se encuentra en una excelente ubicación a pocos kilómetros de la Plataforma de Gredos, prácticamente a las puertas de la carretera que da acceso a dicho lugar, por lo que puede ser un lugar idóneo para hacer noche antes de un día de aventura por la zona, cogiendo fuerzas paseando por los pinares que lo rodean y viendo atardecer detrás de las montañas.
Las habitaciones son amplias, con todo lo necesario (incluido secador en el cuarto de baño), aunque como único punto negativo son muy ruidosas, y en un hostal frecuentado por turistas y montañeros, cuesta conciliar el sueño por los diferentes horarios. Además, no sé si tiene camas de matrimonio en las habitaciones normales, ya que en nuestro caso fueron dos camas unidas.
Lo que más me sorprendió para bien fue la cocina, con productos de la zona, muy sabrosa y sobre todo a un precio nada excesivo. Ofrece la posibilidad de poder tomar un tentempié en un salón muy montañero, en una sala de juegos con futbolín e incluso en una terraza, acogedora a pesar del frío que hacía fuera.
El personal además es muy amable, procurando hacer que tu estancia en este hostal sea un grato recuerdo.