Hemos conocido ete camping a través de unos amigos que tiene caravana allí y hemos ido a pasar unos días un grupo de matrimonios con niños. La experiencia ha sido maravillosa, lo hemos pasado genial y ya tenemos ganas de volver.
El camping no es muy grande ni está masificado, lo que te permite tener total libertad y muchos espacios libre, sobre todo para los niños, que campan a sus anchas y no hay problemas de que se pierdan, además la ubicación de los bungalows, que es donde nos hemos alojadao, es buenísima, se ve la piscina, el bar, el supermercado...... Sólo hay siete y todo lo demás son caravanas, de españoles y extranjeros, en su mayoría holandeses. No hay mucha gente jóven, la gran mayoría los alojado son personas a partir de 30/35 años y el 90% de los extranjeros superan los 50/60 años, eso hace que sea muy tranquilo y no hay ruidos ni "follones por las noches".
Al ser pequeño y familiar la gente se conoce y todo el mundo cuida las instalaciones.Nosotros hemos tenido los bungalows y los coches abiertos todos los días, incluso cuando nos hemos ido a jugar a voleivol o estábamos en la piscina.
La profesora de zumba y demás actividades es muy agradable y también está Marta, la monitora de juegos y del club infantil, una chica muy cariñosa y divertida. En recepción nos atendió una chica, que creo recordar se llama Anna, muy maja.
El supermercado, pequeñito pero con todo lo necesario, pan, pastas, bebidas, chuches, detergentes y demás.
Las instalaciones muy limpias y muy bien cuidadas al igual que las zonas comunes como los baños, lavaderos y demás.
Nos hemos divertido haciendo zumba, aero-dance, baloncesto en la piscina y todo lo que nos proponían.
Para finaliar, recomendar este camping a todo aquel que quiera pasarlo bien sin agobios y dar las gracias al personal y al grupo amigos que están allí instalados y nos han acogido con mucho cariño y hospitalidad..