Sin lugar a dudas con este Parador, la red cumple con nota sobresaliente la promoción de un turismo de calidad en España. Afortunadamente he tenido la oportunidad de alojarme en bastantes Paradores pero, sin desmerecer a los demás, ninguno como éste. ESPECTACULAR, IMPRESIONANTE, MARAVILLOSO, todos los adjetivos se quedan cortos para definir este establecimiento. Situado en la Ribera Sacra, sobre el río Sil, en un fabuloso monasterio con tres preciosos claustros entre sus muchas maravillas.
Amplísimas y modernas habitaciones (al menos las superiores, en la que me alojé) con todo lujo de comodidades; amplia cafetería, excelente restaurante, magníficos salones, un gran spa y hasta un bosque propio, hacen que la estancia en el mismo sea una experiencia totalmente placentera. A todo esto hay que añadirle la amabilidad y eficiencia de su magnífico personal, muy simpáticos y siempre atentos a las necesidades de los clientes.
Si me preguntan un hotel al que me gustaría volver, sin duda responderé que al Parador Nacional de Santo Estevo.