No recomendaría a nadie que alquilarse este apartamento para pasar sus vacaciones. Voy a exponer mis razones.
Hasta el mismo día de llegada no supe donde ni como recoger las llaves. A pesar de ponerme en contacto con la persona encargada de la entrega de llaves varios días antes.
Problema con hormigas, que entraban por la terraza y llegaban hasta los armarios de la cocina. Se acabó solucionando con un spray insecticida.
La manguera de la ducha tenía una raja tan grande que perdía por ahí gran parte del caudal y apenas salía con fuerza por el cabezal de la ducha.
El colchón de la cama era tan viejo y malo que literalmente se te clavaban los muelles de este.
Tuvimos un problema de humedades y vino la vecina del piso de abajo a comunicarnoslo. Nosotros se lo dijimos a la propietaria y ella nos pidió que llamáramos al fontanero para que viniera a arreglarlo. Ella misma no podía hacerlo porque se encontraba en el extranjero, pero ese no es mi problema. Mal por nuestra parte que nos préstamos a colaborar cuando deberíamos haber pasado del tema por estar disfrutando de nuestras vacaciones. La propietaria no se prestó a llamarnos ni una sola vez porque estaba en el extranjero y solo podía comunicarse por WhatsApp.
En resumen, creo que este piso de alquiler solo tiene una cosa buena, que se encuentra en el pueblo de Canyamel, un lugar ideal para disfrutar de unas vacaciones tranquilas en familia. Algo que yo no pude hacer por culpa del apartamento y de su mala gestión.
Relación calidad-precio | Habitaciones |
Ubicación | Limpieza |
Servicio |