Desde el principio la dueña Francesca ha sido muy amable, hemos tenido problemas al reservar y se ha esperado sin ponernos ninguna pega. Una vez llegados, nos hemos encontrado una villa que es exactamente igual a la que se vee ne las fotos, mi hijo (2 años y medio) estaba encantado con la cantidad de juguetes que había. La villa estaba super limpia y las toallas y las sabanas olína muy bien. Todo perfecto. A mitad de la semana Francesca nos llamó para ver si queríamos que alguien nos limpara la casa sin coste ninguno. Cuando nos fuimos my padre se olvidó su insulina en la casa y con una llamada nos resolvió todo. U sitio encantador con una dueña encantadora. Muy satisfecho, volvería allí hoy mismo.