Es una auténtica gozada.
Te reciben cómo si te conocieran de toda la vida; te acompañan a la habitación; te recomiendan y te asesoran tanto para hacer rutas; conocer sitios; dónde comer y un sin fin de servicios.
Las habitaciones son lo más. Amplias y cómodas.
El entorno es ideal. Se respira paz y es un placer para lo sentidos. Un disfrute auténtico.
El desayuno muy completo; nutritivo y rico, rico.
Es la tercera vez que he estado; en pareja y sola también y volveré a repetir cada vez que pueda.
Gracias equipo por hacer que nuestra estancia sea inolvidable.