Hemos viajado a Asturias en familia. Nos alojamos en Sardalla, en el hotel rural La curva.

Las cosas positivas :
- ubicación. Entorno rural.
- parking gratuito y en el hotel.

Las cosas negativas :
- personal no simpático.
- las fotos no se ajustan a la realidad.
- humedad en las habitaciones, olía a humedad, arañas, poca insonorización, mobiliario viejo y descuidado, baños antiguos, colchones incómodos.
- solo se puede desayunar y cenar y caro.

En resumen: se nota la dejadez del dueño/a, no está bien calidad / precio.

Una muy mala gestión del local. Bien situado, con unas vistas excelentes en una zona rural muy tranquila. La primera noche habia una foesta de cumpleaños en el jardin. A las doce de la noche la musica y el ruido de la fiesra dra imoortante y llamamos al propietario que se disculpo y consiguio que pararan la musica, pero continuaron hablando alto hasta mes de las tres. En ningun momento se disculpwron no hicieron amago de disculparse, ni de compensarnos por las molestias. El desayuno era absolutamente ridiculo: dos rebanadas bimbo tostadas con tomare y un cafe con leche.

Lo primero ,hay que hacer mención del dueño, demuestra que lo primero es el bienestar del cliente , y eso se agradece.
Lugar maravilloso y camas cómodas. Tranquilidad y cerca Ribadesella.
Cerca hay dos restaurantes.
Recomendable totalmente