En Puertecillo playa es único en su tipo (hay otros hostales arriba de un risco a 10 minutos en auto), maravilloso en su arquitectura porque entre cipreses parece sacado de un cuento y además de habitaciones riquísimas, atención muy familiar, posibilidades de clases y actividades al aire libre como surf, bicis, trekking, botes, hot tub, en fin, estás en la arena a metros del mar, y puedes tomarte el mejor café que encontré y en la terracita "Puertezion" que es preciosa.
Volveré con mis hijos porque es la forma de vida que siempre soñé mostrarles, gracias familia Durand, me he sorprendido muy positivamente!!