La ubicación es fenomenal, en pleno casco antiguo, ideal para perderte por sus callejuelas, ir a cenar, tomar copas y de compras.
Hemos quedado prendados de la casa, es encantadora y muy cómoda, con una terraza y vistas espectaculares, todo funcionaba perfectamente, con mucho gusto. El casero, Manu, fue muy amable, nos recibió a la llegada, nos enseñó toda la casa y dio información muy completa tanto de restaurantes, bares, tiendas, paseos por los alrededores…
Sin duda, la próxima vez que vuelva a Altea me alojaré en Casa Carmen. Un lujazo!!