El lugar es tal cual se ve en las fotos. Acceso “literal” a la playa del Negret (tranquila y con preciosas vistas), muy acogedora y con una decoración exquisita y original en tonos blancos y verdes replicando el casco antiguo de Altea.
Pero lo importante en este caso son los pequeños detalles:
María nos ayudó desde el primer hasta el último momento.
La casita tiene todo, absolutamente todo, lo necesario para pasar la estancia: smart TV de grandes dimensiones, horno, microondas, lavadora secadora, tostadora, dos tipos de cafetera, plancha, radiador, aire acondicionado...todo de última generación y en perfecto estado.
También es un detalle el kit de bienvenida.
Ideal para una pareja.
De las estancias que hemos tenido en alojamientos gestionados por particulares (y no han sido pocas) la mejor hasta la fecha.
Para nuestro fin de semana en Altea, nos hemos sentido muy a gusto en este apartamento, Limpio y correcto, con todo lo necesario, bajas y tienes acceso privado a la playa. María, la propietaria es muy simpática y nos informó de varios restaurantes y playas, dando en el clavo! Recomiendo al 100%