Hemos ido recomendados por un amigo.Al pedir ya nos avisa la camarera que hay retraso en la cocina,y que mínimo media hora para que nos traigan los platos. Después de una hora y decirselo un par de veces, nos ponen la ensalada y la paella. Media hora después nos traen las carnes.En definitiva, tienen una terraza y un salón muy bueno para explotarlo,pero les faltan ganas y sobre todo más gente en cocina y algún camarero más.