Hotel con mucho encanto, en el corazón de Alquézar. Edificio antiguo, muy bien conservado y que mantiene detalles históricos en sus paredes. Las habitaciones son de buen tamaño y tienen un pequeño balcón. Las zonas comunes son muy acogedoras, la zona de la piscina simplemente perfecta. El desayuno es algo a destacar, ya que, además de estar incluido en el precio, es muy abundante y te lo sirven en tu propia mesa.
Obligada la ruta de las Pasarelas y una cerveza fresquita con vistas al barraco :)
- Wifi gratuito
- Aparcamiento gratuito