Me han hablado muy bien de casa gallego todo el mundo que quiere buen marisco va alli. I lo comprobe la comida estupenda i el trato a los clientes genial. Buena relacion calidad precio. Lo recomiendo a todo el mundo.

Hemos comido en este restaurante y la experiencia ha sido para no volver. Aunque el personal es muy amable, la comida no vale el precio que sale por persona ( más de 60 euros ). En la carta no están todos los precios. Las paellas por ejemplo no figuran en carta, 30 euros por persona la de marisco y 38 la de bogavante, son muy caras, he comido paellas mucho mejores y a mejor precio. Las tapas tampoco son una maravilla. El pulpo a la gallega, duro y los chipirones mal lavados. Nuestro error ha sido no preguntar el precio cuando nos han ofrecido las paellas al ver que no figuraban en carta, una cosa a tener muy en cuenta para otra ocasión.

me habian hablado muy bien de este restaurante, por eso tenia muchas ganas de venir , los he felicitado y les voy a recomendar a todas mis amistades por que no tiene nada que ver el marisco que habia comido en otros sitios y paellas con casa gallego , estaba todo delicioso , el carpacho de gambas me ha encantado , lo de las gambas con el huevo me ha fascinado y la paella ya ... sin plabras todo buenissimo , escribo esto aquí por que es un restaurante que la gente tiene que ir porque ahora entiendo por que todo el mundo me lo recomendaba , muchas gracias saludos de Olot volveremos muy pronto

Mi pareja y yo éramos fans de este restaurante. Evidentemente no podíamos ir siempre que queríamos (el precio ronda unos 60€ por persona) pero por lo menos dos veces al año sí que nos dábamos un homenaje. La comida está buena y el personal te hace sentir como en casa peo esta vez ha sido la última. No había mucha gente y se estaba bien en la terraza eran las 9 de la noche o sea que buena hora. Nos saludaron y nos reconocieron como clientes. Pedimos las bebidas y nos dijeron que nos traerían un aperitivo (ponen unos boquerones). Directamente nos pusieron en la mesa la bebida con las ostras y el pulpo sin pon ni boquerones y sólo había pasado un minuto desde que pedimos. Aun no habíamos terminado de masticar el último trozo de pulpo que ya nos traían la mariscada... vale que no íbamos vestidos con pieles ni joyas como los otros clientes pero de seguro que íbamos a gastar mucho mas que los estiraos que sólo pedían un pescadito a la plancha (vaya a ser que engorden) para que nos trataran así.

Pero bueno lo de las prisas es anecdótico, lo de la gastroenteritis del día siguiente no tanto: Las tallarinas estaban buenas, un poco crudas, pero buenas. Las gambas y escamarlanes aun no teniendo la calidad de siempre también estaban buenas pero el bogavante tenía un gusto amargo harinoso estraño, como sólo comemos bogavante una vez al año no dijimos nada, quizás sea el gusto que tienen normalmente. La mañana siguiente teníamos claro que ese gusto no era normal, el médico lo ha confirmado... Es una lástima era nuestro lugar para darnos un capricho pero evidentemente no volveremos, bajando la calidad del producto no pasarán mejor la crisis al contrario perderán los clientes buenos que son los que van todo el año no sólo los meses de julio y agosto..

me gusto el pescado y no tanto los precios.
de todas maneras es de los restaurantes que puden repetirse en varias ocasiones y nunca defrauda