Me sorprendió gratamente, cada detalle del lugar.
Totalmente relajante, con pequeños detalles únicos, como su regadera exterior, decoración que te hacen sentir como en el mejor hotel, el fogatero, etc.
La instalación, Alejandro y su familia, el lugar, el ambiente es simplemente espectacular. A 5 minutos caminando tienes la cocina de doña estela, pegado tienes a Lomita. Es silencioso, seguro, y la casa es hermosa. Lo mejor fue la regadera en el exterior. Definitivamente una experiencia que tienen que vivir. 100% recomendado.