Estuve aquí alojado durante mi luna de miel y me encantó. Estuvimos en la Cabaña A, que tiene una poza y unas vistas sin nada que las obstruya y que está cerca del restaurante y de las escaleras que van a la playa.
A favor:
- Un personal amable.
- Un buen restaurante con una selección de vinos fantástica y un menú que cambia cada noche.
- Unas vistas fenomenales de la puesta de sol.
- Una playa extraordinaria en la que se puede bucear. La cafetería de la playa tiene buenas hamburguesas con queso y de pescado.
- Hay transporte al banquete de pescado del viernes por la noche en Anse La Raye.
En contra:
- Los barcos llenos de gente que aparecen por la playa sobre las 13:30h. Recomendaría echarse una siesta en ese momento, ya que aparecen catamaranes enormes todos a la vez, y la cafetería y el buceo se llenan.
- El hotel no está cerca de muchas cosas, así que no probarás diferentes restaurantes ni irás de marcha por la noche necesariamente ni con demasiada frecuencia (aunque está bien si lo que quieres es relajarte)