Si buscas un rincón perdido para el descanso, sin perder un detalle en la comodidad, este es tu lugar.
Limpieza y decoración de 10, productos locales de calidad, desayunos km 0 gourmet, amenites naturales y excelentes. Los anfitriones, Joana y Mikel, son un encanto.
Naturaleza a un paso, arte románico y Vitoria a tiro de piedra.
Jose, Duque y Cristina repetimos siempre que podemos.
Me ha encantado el sitio. El entorno es muy bonito y muy tranquilo. Los dueños son encantadores. Te reciben y te aconsejan sobre lo que puedes ver y hacer y los servicios de lo que puedes disfrutar. La casa es muy confortable con todas las comodidades, equipación completa y con muy bonita decoración. Un ambiente especial.
Los desayunos son super ricos, caseros, entregados en la puerta de la casa a la hora que quieras. Disfrutar de la chimenea es impresionante. Darte una ducha con los productos naturales con un aroma que perdura es algo inolvidable. Secarte con una buena toalla, grande, esponjosa... Despertar con el sonido de los pajaritos. Una tele grande para los que no puedan prescindir de ella.
Se nota que todo se hace con cariño y eso se percibe. Un ambiente muy especial. Espero volver pronto.
El titulo lo resume,para empezar Joana es la mejor de las anfitrionas,te hace sentir a gusto en todo momento y te aconseja sobre todo lo que le preguntes,conoce muy bien la zona....y hay muchas cosas para ver y hacer.......y si lo que quieres es relax,este es el sitio perfecto tambien,nuestro apartamento era muy muy chulo,es acogedor,moderno y rustico a la vez......se estaba muy agusto.
Entre las personas que colaboran con Joana,hay una chica que hace masajes muy recomendable.....
Cualquiera que sea tu plan no te arrepentiras si te hospedas aqui.....un placer.
Estuvimos el pasado fin de semana y lo pasamos genial! El Caserío esta cuidado hasta el último detalle,el entorno precioso y los desayunos espectaculares! Nuestra mascota también se lo pasó en grande y fue muy bien recibida. Además se encuentra muy cerquita del salto del Nervión y demás visitas que la propietaria te explica muy amablemente. La única pega fue no poder quedarnos más, asi que estamos deseando volver pronto!Gracias Joana por todo.
Una preciosa y maravillosa casa, cómoda y acogedora, donde disfrutar del entorno y La Paz del lugar. Joana es encantadora y sus consejos de rutas y lugares a visitar todo un acierto, sin olvidar los riquísimos desayunos. Volveremos seguro