Pocas veces he tenido la sensación de que debemos de volver a un hotel. En Casa Olea tengo esa necesidad. Muy agradable el hotel, sencillo pero con todo lo que necesitas y estupendo el trato de Claire y Tim. Siempre atentos a tus necesidades. Y que decir de las cenas de Claire en la terraza. Repetiremos sin duda.