Tuvimos la suerte de ir esta Semana Santa 2023 con toda la familia (incluyendo 2 niños y abuelas) y coincidimos con Antonio el propietario de la casa. Solo podemos hablar cosas excepcionales tanto del alojamiento y su entorno como de la amabilidad de Antonio y el personal de la casa que nos atendieron con todo lujo de detalles. Una visita única en un entorno lleno de paz.

Viaje en familia, alojados en la suite y en la habitación Picual. Estuvimos literalmente como en casa. La charlas frente a la chimenea son esenciales, la observacion de las estrellas desde la piscina, especial, las vistas desde la suite de la Sierra Subbetica a la mañana, espectaculares. Antonio y Mariceli, súper atentos y cariñosos. Merece la pena la cata, el paseo por el pueblo y los campos, charlar con la gente, disfrutar de la casa. Si te interesa el mundo del aceite y quieres aprender, no pierdas la oportunidad. Estás en el sitio adecuado. Ideal para descansar y ver cómo el tiempo pasa despacio, tranquilo, bello.
Volveremos!!

Me he alojado en esta casa rural durante 2 noches junto mi mujer y nuestro bebé en régimen de AD.
Fácil de llegar al establecimiento.
La casa es imponente, agradable y cuidada.
Dispone de parking privado sin coste a 50m
El establecimiento cuenta con 4 habitaciones y creo que recientemente se abrió una suite.
En mi caso, habitación doble con vistas piscina.
Nuestra habitación es la llamada "Picuda" ( todas tienen nombre de variedad de aceituna)
La habitación tiene una decoración sencilla pero agradable.
Dispone de baño privado muy limpio, amenities y secador de pelo.
La habitación también cuenta con aire acondicionado y TV.
En cuanto a zonas comunes, muy familiar y limpio.
Lo mejor, sin duda, para nosotros: la piscina y su área de desconexión sea de día o de noche pues se agradece en estas tierras tan calurosas.
La bienvenida, el servicio y la atención prestada por Isabel (no es la dueña de la casa) pero es como suya: una Señora excelente, muy buena cocinera, detallista, muy simpática, un 10 como persona y trabajadora.
El ambiente de la casa es tranquilo y familiar ( ya nos lo cuenta su dueño Antonio López, quién no conocimos, en los vídeos de presentación que tienen en su web ); sin duda, es la fiel realidad.
Por supuesto, no buscábamos lujo:
El lujo es justo eso: familiaridad, descanso, silencio, vistas, gastronomía con productos de su propio huerto o huevos recién recogidos,precio muy correcto.
El desayuno fabuloso: café, zumo natural,confitura de higos, molletes, embutidos; todo ello servido en mesa debido a las medidas Covid19 presentes durante los servicios ofrecidos.
No existe servicio de comidas pero si de cenas.
Tienen cocina propia que incluso puedes guardar algo en nevera, o calentar algo.
Desde aquí mando un saludo a la familia de Antequera y a la de Sevilla con los cuales coincidimos y también estaban muy agusto.
Si tuviera que poner algo a mejorar ( en ningún caso negativo) sería que tengan alguna trona para bebés y que existiera alguna pequeña nevera en las habitaciones; como digo hace mucho calor en la zona y se agradece tener uno sus bebidas frías para tomar.
También gracias a Almudena quién nos gestiono la reserva por email con rapidez y solventado dudas.
Mis más sinceras felicitaciones!!
Volveremos muy pronto!!