Hemos estado muy agusto, amplio y limpio, zona tranquila, se puede aparcar bien, son serviciales.San Vicente es muy bonito, y Cantabria es preciosa, y sus gentes amables. Hemos estado encantados.

A través de esta página reserve el alojamiento, Ana muy atenta y agradable respondía todas mis preguntas, llegamos y Ana nos enseño el piso, nos hizo entrega de las llaves, sin quitarnos los bolsos de encima nos pidió el restante del dinero y nos dijo que ella vivía al lado, que cualquier cosa estaba ella allí. La playa a 10 minutos en coche, una cuesta de 1 kilómetro para acceder al piso, a 20 mínutos a pie del centro. A la hora de estar allí no sabíamos como iba la vitrocerámica.. Llamo a Ana viene y tampoco sabe,después de 10 min intentandolo llamo a su
marido y como no iba le dijimos que alomejor estaba estropeada.. Su contestación fue "si a funcionado 3 años tiene que seguir haciendolo" resulta que tenía tanta suciedad que no leía la huella del dedo. A la mañana siguiente nos despertamos con unas obras en el piso de abajo, propiedad de Ana y para colmo nos quedamos sin agua caliente, Ana no estaba en casa así que tuvimos que esperar a que viniera para que nos diera la bombona de butano para seguir duchandonos . Vamos a comprar,imaginaros para 6 personas, lo metemos todo a la nevera, a las 12 h de estar metido todo no había frío ni una lata de Coca-Cola, paso toda la noche la nevera sin abrir y al día siguiente lo mismo todo caliente, vamos a hacer la comida y la carne mala,podrida.. (Comprada 24h antes), 6bandejas unos 30 € tirados a la basura, todo estaba bien que podía ocurrir? Después de 2 h mirando la nevera descubrimos que la luz no se apaga porque no detecta que la puerta se cierra, se lo comentamos y nos dice que no es culpa de ellos. Los 3 primeros días a las 8 empezaban las obras, los días siguientes estaban pintando así que el ruido era menor pero igual te despertaban. Las almohadas no tenían relleno de los usos que llevan, las ventanas de las habitaciones sin seguro para poder cerrarla y detrás de la puerta de la entrada un papel que ponía que ellos entregan las mismas llaves a todo el mundo, que no dejemos nada de valor no dinero que quien sabe si se puede hacer una copia los anteriores inquilinos y entrar.. (confianza 0) la persiana de una de las habitaciones no funciona, una silla de la cocina rota. Nos ponemos a cocinar, la comida del bebé y la nuestra (2fuegos de la vitrocerámica ) se empieza a saltar la luz.. Solo podía haber un fuego encendido, se lo comentamos y nos dice que claro la gente que va de vacaciones come por ahí no en casa, es decir que no tienen potencia contratada para alojarse una familia de 6 habitantes. La última noche a las 10 nos toca el timbre y nos dice que debemos abandonar el piso antes de las 11, no a las 11 sino antes y recogido y limpio (como para entregar a los siguientes) y pasarle las llaves, muy bien mañana pasamos las llaves a las 9'45 y nos dice que no nos vayamos que entra al piso con nosotros, un sofá que movimos para mayor espacio en el comedor de muy malas maneras que eso no estaba ahí que lo pongamos en su sitio que no va a hacer ella todo, lo movemos. Se pone a mirar todo absolutamente todo, contar tenedores,perchas, nos salimos hacia el coche, con el coche arrancado nos para que volvamos al piso, llegamos y nos acusa de habernos llevado una percha. (inexistente cuando entremos) le decimos que puede registrar el coche que no nos vamos a llevar una percha,ella desquiciada que le faltaba una percha.. Dios mio que mala experiencia que poco responsable, total que no se da cuenta que no enfría la nevera pero de una percha si? Que no estaba cuando nos entrego el piso.. Una sinvergüenza..

Un piso muy amplio, totalmente nuevo, luminoso y en una zona tranquila y sin ruidos. Siempre se encuentra donde aparcar. Hay un supermercado al lado. Ana es una persona muy agradable.
Lo recomiendo al 100%

Voy ha contar nuestra experiencia. El apartamento enorme, las vistas chulas, zona muy tranquila y para aparcar sin problemas. Manuel y Ana son encantadores y muy familiares te acojen en su hogar como de la familia. La gente de San Vicente de la barquera muy agradables y acogedores. Luego si tienes perro te puedes ir a la playa de oyambre y disfrutar con tu fiel amigo de la playa. Estamos encantados con las costumbres de los cántabros y la buena gente que son. volveremos a este apartamento al año que viene ya que estamos como en casa.