Viajes con mi familia en septiembre del 2010, y desde que llegue al aeropuerto las personas fueron cordiales con nosotros desde el empleado del hotel hasta el señor del taxi que nos traslado.... Es un hotel realmente hermoso, sus instalaciones son caribeñas y el personal del hotel es muy amable, los chicos de activiades son geniales te contagian de energia y asi estes cansado con ellos se te olvida todo... sobre todo reynaldo y jhon que son dos personajes increibles. La comida es deliciosa y las bebidas ni se digas, hay mucha variedad... Si vas de descanso no vayas a este hotel... pues aca no hay espacio para dormir, es pura energia y actividad desde las 7 am, no es necesario salir del hotel, aca se tiene todo y se disfruta al maximo.

San Luis es uno de los mejores en la cadena Decameron, sus instalaciones son acogedoras, y la gente que trabaja ahi siempre te hace sentir bien, siempre estan con una sonrisa en los labios y dispuestos a despejar tus dudas e inquietudes. El restaurante es muy bueno la comida rica y sobre todo tienes muchas opciones. de los tragos ni hablemos sobre todo el SAN ANDRES, recomiendo probarlo es buenisimo. Las habitaciones si bien es cierto no son grandes; si son muy acogedoras y siempre estan limpias, las piscinas limpias al igual que todas las instalaciones. En concusion es un hotel recomendable para todos los que quieran pasar gratos momentos en una isla llena de encantos

Pasamos 5 días preciosos en el Hotel y en cada paso que dimos por San Andrés. Decameron San Luis nos ofreció comodidad, muy buena y variada comida y la sonrisa permanente de cada empleado del Hotel. Lo más incómodo fueron las primeras horas tras nuestro arribo, y la habitación asignada resultó incómoda, pero desde nuestra primera cena en adelante todo cambió en nuestro ánimo y empezamos a disfrutar de todos los rincones del hotel.
Para estar tranquilo y sin aglomeraciones en el restaurante ya para desayunar o almorzar, hay que evitar el horario pico, donde "todos" llegan a comer, eso sucede en la ultima hora del turno, pero el resto del tiempo es una delicia estar alli.
El restaurant Pastafary fue uno de los mejores de los Decameron en la isla, luego ubico a La Bruja en el Aquarium y el resto debajo de ellos. Para almorzar: el San Luis y el Maryland , el resto muy basicos . La playa mas bonita la del Isleño, sin dudas, y un par de horas en la Piscinita fue lo maximo para disfrutar del mar.
Lo mas molesto es la mecanica de tener que sacar los turnos para comer fuera del hotel,y en el propio para cenas. Pero vale la pena porque el servicio de cada restaurante amerita una minima incomodidad cada mañana en el "turnero".
Nosotros recorrimos los 4 hoteles restantes, y volveré para alojarme en el Marazul, que nos gustó mucho por la cercanía a los Cayos y el servicio de traslados sin cargo, y tambien por la cercanía a Rocky Kay, otro paraíso para estar relajado y olvidado de los problemas.
Nuestra habitacion no era de lujo, pero amplia y funcional (luego del cambio solicitado), y como una crítica a la misma fue que por el sistema de aire acondicionado se filtraba el humo de cigarrillos de las habitaciones superiores, cosa que tras nuestras quejas fue controlado por personal del hotel. Fue lo unico desagradable.
La atención en bares fue magnifica, y nuestros desayunos abrían cada día de la mejor manera, ya que las comidas frias y calientes fueron variadas y abundantes, como las frutas y jugos, todo en medio de la belleza de sus jardines y piscinas.
Vamos a volver el proximo año, sin dudas.