Viajamos con mi pololo desde Santiago, llegamos en la madrugada y muy amablemente nos fueron a buscar en camioneta a la entrada. El lugar es soñado, una ubicación maravillosa que permite puedas desconectarte de todo (no hay tv en las piezas.) El desayuno es rico, las piezas están calefaccionadas y la tina de sal es exquisita. El único "pero" es la poca aislación entre habitaciones, se escucha casi todo lo que hablan de un piso a otro.
Como sugerencia, sería bueno que para pasajeros que viajan de lejos, les dieran la oportunidad de late check out.
- Wifi gratuito
- Aparcamiento gratuito