Hay un parking que cuesta 4€, pero un poco más adelante hay una buena zona de aparcamiento. Hay varias rutas para hacer senderismo, muy bien señalizados, los primeros metros son algo pesados pues son cuesta arriba, pero bien merece el esfuerzo, cuando al final disfrutas del paisaje. Merece la pena ir preparados con algo de comida y bebida y disfrutar del entorno. Pero por favor, también hay que llevar bolsas para llevarnos la basura de vuelta.

Es un paraje natural diferente a los demás por su origen volcánico. En verano es precioso, donde todos los prados están verdes y los paisajes respiran vida. La temperatura es muy buena, no hace calor agobiante.
Hay varias rutas de diferente dificultad, con lo que es ideal para todo tipo de excursionistas.
Y la extensión del parque es enorme, pero la señalización es muy buena y la oferta gastronómica también. Muy recomendables las patates d'olot farcides, absolutamente espectaculares.

Increible zona volcanica, donde puedes perderte entre la naturaleza.
Paisajes rurales y gente muy amable.
Merece la pena disfrutar de estos entornos. Totalmente recomendado!!!