Esta casa rural tiene un encanto sin igual. La original decoración nos hizo pensar en el "Goupil le Fol" de Bruselas, donde nos enamoramos mi pareja y yo. Cada detalle está cuidado con esmero.
Las camas eran excelentes y dormimos como angelitos.
La música de los años 30, 40 y 50 que se escuchaba en el salón mientras cenábamos y desayunábamos nos envolvió en un sueño nostálgico maravilloso.
La cocina es deliciosa, innovadora a la par que tradicional y sumamente sabrosa. ¡¡Nos quedamos con ganas de probar más platos!!

El trato cercano de Malu y Javier ha sido inmejorable. Enseguida nos sentimos como en casa de amigos. ¡Volveremos!

Una casa rural completamente distinta a todo lo que haya visto anteriormente, con su particular historia que se remonta a tiempos antiquísimos, con un encanto inigualable, una decoración exquisita y unos dueños, Javi y Malu, de los cuales podemos decir que ha sido un placer conocerles.

He estado en esta casa con mi familia.

La casa por fuera es como otra cualquiera en Valeria, pero por dentro es realmente un sitio especial, lleno de historia y de magia.

La amabilidad de Malu y de Javier la hacen todavía más acogedora.

Realmente recomendable para una escapada.