Montreal, c’est si bon! Esta ciudad francófona se considera la capital cultural de Canadá y encarna toda una celebración cosmopolita de estilo quebequense. Un paseo por las calles adoquinadas y entre los grandiosos edificios de Viejo Montreal (Vieux-Montreal) bastará para sentir el espíritu europeo. La basílica de Notre-Dame es una maravilla arquitectónica con preciosas vidrieras y el distrito Plateau Mont-Royal, con sus pintorescas boutiques y cafeterías, te encandilará. Híncale el diente a un buen plato de poutine y carga las pilas para hacer una visita al legendario parque olímpico (Parc Olympique).