Según la tradición hinduista, Manu sobrevivió a una gran inundación que destruyó el resto del mundo. A continuación, volvió a crear la humanidad en esta ciudad del valle de Kullu. ¡Tuvo que ser una tarea imponente! No es de extrañar que los altísimos picos y las verdes praderas de Manali atraigan a los viajeros aventureros dispuestos a practicar sus actividades favoritas como heliesquí, senderismo, montañismo y rafting. Cuando estés saturado de endorfinas, recupera el aliento respirando hondo en el Templo de Hidimba Devi cuyas cuatro plantas de madera se yerguen en el centro de un bosque caducifolio cercano. Si lo prefieres, puedes tomar un baño medicinal en las fuentes termales que manan borboteantes a 30 minutos andando de la ciudad.