No se deje engañar por sus alrededores rurales, de ciudad pequeña: Branson tiene un lado que recuerda a Las Vegas sin los casinos. La diversión no cesa nunca en The Strip, una franja de más de 11 kilómetros de música en directo, espectáculos cómicos, numerosos restaurantes, parques temáticos, outlets y un sinfín de hoteles. Puede encontrarse con Tony Orlando, The Osmonds o Marty Stuart, todos ellos habituales de lo que algunos llaman la Capital Mundial de la Música en Directo, donde cada día se representan casi 90 espectáculos musicales, cómicos y de magia en sus más de 50 teatros. Pero esta cálida y hospitalaria ciudad encajada entre las laderas de Ozark tiene también otra cara: la de un paraíso para el ocio al aire libre. Sus suaves colinas ofrecen más de 320 kilómetros de rutas que recorrer a pie, a caballo o en bicicleta, y sus tres hermosos lagos son un refugio para amantes de la pesca y los deportes acuáticos. Para disfrutar del agua sin esfuerzo, suba a uno de los muchos cruceros por los lagos. Los más jóvenes no querrán marcharse de Silver Dollar City, donde las emocionantes atracciones se combinan con un vistazo a la vida en Ozark a principios de siglo. Nunca estará solo en un fin de semana en el moderno Branson: las atracciones naturales y los espectáculos en vivo atraen a ocho millones de turistas al año. Conocido como "El destino familiar de América", Branson atrae a las familias con la receta perfecta de grandes nombres y mucho que ver. En Silver Dollar City, en Ozark, más de 100 artesanos muestran sus habilidades emulando la década de 1880; el calendario está salpicado de frecuentes festivales que lo animan y las atracciones entretienen a todo el mundo.