La casita está ideal para aquellas personas que,como nosotros,buscan desconectar, ya que para llegar a ella hay que adentrarse en un barranco,eso sí,impresionante. La anfitriona es muy amable y atenta. Hemos ido en plena ola de calor,aún así dentro de la casa se está ideal. La pena es no haber podido disfrutar más el jardín (morada de una familia de búhos) y la zona de hamacas por culpa del calor,pero será algo que pensamos subsanar en nuestra próxima visita. Desde la casa parten varios senderos y hay restaurantes para comer, recomendamos el restaurante la Vera, para los amantes de la buena comida. Para mejorar en la casa: los colchones eran demasiado duros para nuestro gusto; las almohadas también podrían mejorar; la cafetera de cápsulas pierde agua y la señal de wifi es bastante pobre. Todo lo demás genial,y lo dicho,lo recomendamos y ¡Volveremos!