Casa rural de fácil acceso, con sitio para aparcar y ubicada en un pueblo situado en un entorno de naturaleza espectacular, rutas y zonas de baño en el río Tajo increíbles y al lado.
La habitación limpia y muy acogedora, no le falta detalle: cama grande y cómoda, bañera hidromasaje, sofá, neverita, mesas… Dan ganas de venir en invierno para probar la chimenea.
El desayuno es muy completo y todo riquísimo (café, tostadas, fruta, yogur, bizcocho, zumos, … ) y con una Presentación impecable.
Nerea, la dueña, muy amable y gran profesional, nos ha dado toda la información necesaria para hacer rutas, comer, visitar… Déjate aconsejar, no te defraudará!!!
Me ha encantado, sin duda, si puedo volveré.