Las instalaciones, especialmente la zona exterior, son muy bonitas, al igual que las vistas. El problema es el servicio o dueño de la casa. De todos los hoteles y casas rurales que he ido, jamás había tenido un recibimiento tan incómodo, desagradable y que prácticamente te estropea la estancia desde el primer segundo. Incómodo, maleducado, que te hace sentir todo lo contrario a lo que una casa rural debe hacerte sentir. El dueño hizo bastante hincapié en decirnos que vivía al lado, de hecho su casa está pegada y con vistas a toda la piscina, y se preocupo en pasar toda la tarde pasando por delante, y eso que tan solo eramos 4 personas.
Al explicarle que al día siguiente vendrían cuatro amigos a pasar el día, pero que siempre pernoctarian 6 y que estuviera tranquilo porque no íbamos a hacer ruido, nos ofreció pagar por pasar el día 20 euros por persona , y cuando le pedimos factura rechazó y nos prohibió recibir visitas.
Solicitamos la anulación de la segunda noche, nos lo aceptó, descontandonos 50 euros exponiendo una cerradura rota, cuando fue un embellecedor de la puerta que ya estaba caído a nuestra llegada. Le hemos pedido la factura del cerrajero, y aún la estamos esperando.
Con otro servicio,el sitio sería espectacular, pero cuando tratas con gente debes saber hacerlo bien y que tu objetivo sea que el huésped esté cómodo, no observado e incómodo.