Desde que la visitamos la primera vez, por el año 2012 creo, no hemos dejado de escaparnos al menos una vez al año a esta casa (mínimo una semana). Aceptan mascotas (nosotros vamos con dos). Este año nos hemos llevado una grata sorpresa, ya que han puesto en el patio interior una barbacoa (además de la chimenea del salón). Muy bien equipada la casa en general. Los dueños muy atentos, siempre tienes un detalle de bienvenida, te aconsejan rutas, te dejan leña preparada y de donde sacar si te hace falta más, etc. La casa está en Mondot, un pueblo medieval, prácticamente abandonado, que te transporta a mediados de 1600 - 1700, de la época de la que son las edificaciones (incluido el Corral, que tiene el escudo de armas de la familia de la época). Al lado del corral está la casa del herrero. Pueden ver prensas antiguas, la herrería de la época con el fuelle original (edificación sin restaurar en medio del monte a mitad de camino entre el corral y el centro del pueblo), la torre del Señor (en peligro de derrumbe, x lo que mejor no acercarse demasiado), la iglesia, y otras casas alguna restaurada, otra en proceso, pero sin nadie habitandolas de continuo (como mucho algún fin de semana). No hay prácticamente tráfico durante todo el día, por lo que el silencio y la tranquilidad es lo que más se destaca del sitio.
Recalco, porque creo q es importante, las pocas opiniones que hay aquí vertidas sobre la casa, siendo que al llegar, tienes a tu disposición libros de visitas y éstos están llenos de buenas impresiones y con promesas de regresar, lo que hace que si quieres visitar la casa, tendrás que mirar fechas con algún mes de anticipación mínimo. Muy recomendable. Por supuesto, seguiremos repitiendo, nosotros y nuestras perricas.