Estuvimos, la familia en total cuatro personas y una perrita. El lugar único para desconectar del mundo, la casa perfecta para los cuatro, con una limpieza y atención por Encarnación, que de verdad es fuera de lo normal. Nos trataron, tan bien, que fue una pena tener que marchar. En la casa no falta detalle de todo, desde menaje, asta los detalles de la anfitriona, como disponer de desayuno, leche, café, bizcocho casero (Umm..., rico de verdad ), zumo, así como en el baño, gel , champú, etc., etc.. Todo lo que diga es poco y me quedo corto, ojalá podamos volver en una próxima ocasión. Recomiendo este alojamiento, sin dudar, áganlo y no se arrepentirán.
Encarnación unos emotivos recuerdos de esta familia..