La ubicación es excelente, en pleno centro de Bilbao, se puede ir andando a todas partes, y también tiene muy cerca el metro.
El apartamento es tal cual se ve en las fotos, aunque de día el salón es aún más luminoso pues da a un gran patio de manzana por el que entra mucha luz. De noche es muy tranquilo pese a estar en el centro, precisamente por ser interior.
Las zonas comunes son muy amplias, cómodas y acogedoras. Tiene un gran salón y una cocina incorporada al salón. A la cocina no le falta un detalle, y hay café, té, infusiones varias y azúcar y sacarina. También hay un cargador múltiple para móviles y tabletas, un altavoz blutooth con lector de cedés, y un álbum con muchos cedés de todos los estilos. Hay televisor en todas las habitaciones, y uno más grande en el salón, ¡y hasta hay Netflix! También tienen una selección de DVDs, con películas para niños. Es un apartamento perfecto para ir con niños porque en el salón hay un gran baúl lleno de juegos, juguetes y libros.
Se ve que lo han reformado hace poco, la decoración está muy cuidada, hay papeles pintados muy bonitos y diferentes en cada habitación.
Para mi gusto, lo mejor los baños, muy nuevos, con duchas muy modernas y amplias, y agua caliente en abundancia porque la caldera es de gas. También me han encantado las camas y las almohadas, muy nuevas y ergonómicas, ¡hemos dormido fenomenal!
Pero lo mejor de todo ha sido la hospitalidad de Itziar, la propietaria. Cuando le dijimos que llegábamos muy tarde por los atascos, y con niños pequeños, al llegar a la cocina vimos que nos había comprado dos cartones de leche, mantequilla, un paquete de cereales y otro de galletas para el desayuno del día siguiente. Todo un detallazo muy de agradecer. Además, estuvo siempre muy atenta con nosotros, nos explicó muy bien cómo ir a los sitios, cómo movernos por la ciudad y nos hizo recomendaciones muy acertadas de planes para hacer con niños.
Desde luego recomiendo este alojamiento al 100%!!!