Somos una pareja joven, que hemos estado alojados en los Aptos. Rurales Txastarena II, 10 noches durante el mes de Agosto 2016.
Antes de todo, confirmar que la descripción que se indica en el anuncio, coincide perfectamente con las cualidades y calidades de la casa, es decir, aquí no hay sorpresas como puede pasar en otros alojamientos.
Consta de dos habitaciones, un saloncito amplio, una cocina bien aprovisionada (incluye fregaplatos!), baño y ducha (incluye lavadora), un sofá cama para albergar a otra persona, armarios, amplios ventanales, césped tanto al frente como detrás de la casa, juegos para niños, barbacoa y admiten animales. Nosotros, particularmente llevamos 2 gatos.
Recomendaría este establecimiento a todas aquellas personas, que como nosotros, somos amentes de la naturaleza, de los animales y la paz y tranquilidad que puede ofrecer un pueblito de 17 habitantes.
La casa es cómoda y muy limpia, y Montse y Antxón se encargan personalmente que no les falte de nada a los invitados (p.e. hielos, carbón barbacoa, etc), siempre con mucho mimo y cuidado.
La situación de la aldea es estratégica ya que a menos de 15 minutos se encuentra Pamplona, a menos de 40 Donosti, al rededor se encuentran multitud de pueblos preciosos que merecen la pena ser visitados, a una hora el valle del Baztán con una oferta de actividades y visitas insuperable, Nacedero del Urederra (un paraíso!) a 40 minutos, el Castillo de Olate a menos de una hora también. A parte, en las cercanías inmediatas del pueblo, existen senderos, el río que atraviesa todos los pueblitos y ofrece paisajes preciosos, huertas que merece la pena ver y fotografiar, etc... a menos de 10 minutos en coche, se encuentra el pueblo "principal" Irurtzun, que cuenta con farmacia, supermercados, estancos, bancos, etc...de todo. (Recomiendo la carnicería del supermercado Eroski)
Personalmente dedicábamos el día a realizar excursiones y así disfrutar de las noches tranquilas y fresquitas (a pesar de las temperaturas de este año), al olor de la barbacoa.
No puedo olvidar de los vecinos del pueblo. Tuvimos un problema personal ajeno a las vacaciones y todos, sin excepción, nos brindaron su apoyo y ayuda.
Repeterimos, seguro, ya que no sólo nos encantó estar allí, sino que aún nos quedan muchas cosas por ver.