Casa con piscina privada, cerca de la playa y lejos de masificaciones... que era lo que tocaba buscar este año. Es muy tranquila, rodeada de un paisaje árido (típico de Almería), se encuentra a las afueras del pueblo (20 min andando - 5 min en coche). La playa más cercana está a poco más de 2 kms y en un radio de 15 min en coche hay multitud de playas/calas para elegir. El pueblo cuenta con un paseo marítimo de varios kms para pasear y correr, así como existe un sendero que conecta las playas más turísticas con Águilas (el pueblo de al lado), por el que se puede correr y pasear. Una buena opción para conocer el norte de Almería y/o el sur de Murcia.

Para empezar me gustaría decir que la casa está bien, pero el propietario es tan mal educado que te amarga la estancia. El día que quedamos para que nos diera las llaves nos quiso cobrar un requisito que no venía en la página (que ya ha modificado) como no estábamos de acuerdo con él nos empezó a gritar y hablar mal, nos quedamos con muy mal cuerpo porque no estamos acostumbrados a tratar con gente así. Por ello no recomiendo la estancia en esta casa.