Hemos pasado cuatro días para recordar en una de las mejores casas rurales que hemos conocido.
Empezando por la atención de sus propietarios: cordiales, cercanos......como de la familia. Siempre pendiente de cualquier detalle, cualquier petición.
Llegas y te reciben con una empanada casera riquisima y poquito de jamón iberico de la zona.
La casa, una gozada, tes habitaciones con cuarto de baño en cada una, y por si acaso otro para uso general. Totalmente equipadas, con aire acondicionado, con un recinto de cesped que da la vida. Dos barbacoas para uso de cada una de las casas con todo lo necesario para hacer lo que quieras.
El entorno, que les voy a decir de las Hurdes, zona de las Batuecas, Sierra de Francia, no se puede explicar, hay que venir a verlo.
Yo a parte de repetir, sin duda, lo recomendare a todos mis conocidos porque no pueden quedarse sin gozarlo.