Esta casa rural te hará que desconectes rápidamente de tu día a día. Desde el primer momento que entras en la cueva es como si se parara el reloj. Todo invita a la paz, el sosiego y el disfrute relajado..
Perfecta para unos días con amigos o familias con niños.
Dormir en el interior de una cueva no es algo que ofrezcan muchos alojamientos rurales y, a los niños, les encantó.
La piscina, la zona chillout, el solárium, la barbacoa, la pista de básquet, el ping-pong, etc. La casa ofrece mucho más de lo que pudimos disfrutar en un fin de semana.
No sólo la casa, también los propietarios, Ana y Luis, hicieron que esté escribiendo esta opinión. Nos trataron de maravilla
Volveremos.