Hemos pasado un fin de año en Teruel. Al llegar nos quedamos sorprendidos de lo limpio que estaba el estudio, la calefacción, sin nada de ruidos proximidad del centro y parking gratuito pero sobre todo por la amabilidad de Paco, el dueño, que estuvo pendiente de nosotros en todo momento... recomendaciones de restaurantes donde comer y un detalle con un postre tradicional. Repetiremos sin duda!!!!!!