Íbamos camino de Ciudad Real y pensamos en hacer noche a mitad de camino; así que escogimos un lugar que estuviese cerca de la autovía, para no perder mucho tiempo.
Viendo opciones por ubicación encontramos Encantos de Monfragüe y, cuando vimos las fotos, ya reservamos sin dudarlo.
El entorno en el que se ubica la casa es muy tranquilo, y la casa es -sencillamente- espectacular!
Está dividida en dos plantas, independientes ya que ambas tienen salón y cocina. La única diferencia es que la planta baja tiene un salón más amplio (pensado para cuando se alquila la casa completa) y tiene tres habitaciones... y tiene acceso directo al jardín y la piscina. El piso superior cuenta con salón y cocina y cuatro habitaciones. Toda la casa está decorada al estilo rústico... con muebles preciosos que los propios dueños se encargaron de diseñar; ñincluso incorporando elementos antiguos de labranza recuperados y restaurados como elementos decorativos y/o muebles funcionales.
La cocina es amplia y cuenta con todo lo necesario para una estancia cómoda… ambos salones tienen chimenea.
Todas las habitaciones cuentan con dos camas y son lo suficientemente amplias como para que entren -si fuese necesario- camas supletorias. Están equipadas con aire acondicionado y televisión LCD de pantalla plana. Los muebles, al igual que los de toda la casa han sido diseñados por los dueños. Cuenta con una pequeña mesita con dos sillas a modo de rincón de lectura. Los baños son amplios y la curiosidad es que la mampara tiene un vinilo con una imagen que responde al nombre de cada habitación, destacando aquellas fotografías de parajes típicos del lugar. En el baño hay amenities con productos de la marca La Chinata (jabón de manos, crema de manos, gel y champú). Tienen albornoces y secador de pelo.
Cada habitación está decorada de un modo diferente, en la playa baja predomina la piedra mientras que en la de arriba lo hace la madera.
En el jardín hay barbacoa para disfrutar de un asado y después pegarse un chapuzón en la piscina.
El desayuno te lo preparan ellos, y es todo casero: con pastas caseras de la panadería del pueblo, tostadas de pan de hogaza, aceite de La Chinata (que la marca además es de Plasencia), tomate, mantequilla, mermelada y jamón, café y zumo natural. Y tomarlo en el jardín frente a la piscina es una gozada!
La hospitalidad es fantástica y te hacen sentir como en casa (la distribución de la casa ayuda a ello, no parece una casa de turismo rural). Carmen (que fue quien nos recibió, aunque su hermano Francisco es quien lo gestiona habitualmente) es muy amable y a nuestra llegada nos explicó las curiosidades de la casa (que explique más arriba) y nos enseñó la casa completa. Además nos regaló un paquete de productos ibéricos que estaban deliciosos.
Es una muuuuuuuy excelente opción, tanto para ir a pasar un fin de semana (se alquila la casa completa o por plantas) como para pasar unos días (alquiler por habitaciones durante la semana). Su ubicación es idónea porque está prácticamente a 40 minutos de Las Hurdes, del Jerte, etc.
Sin duda repetiremos y, con seguridad, será uno de los sitios que recomendaré a mis amigos porque merece muchísimo la pena!