Estuvimos hospedados una pareja durante cuatro días.
El trato con Murielle fue muy bueno, es una persona muy cercana y flexible si había algún problema. Llegamos un poco más tarde de lo esperado e hizo todo lo posible por adaptarse a nuestra llegada.
En la casa encuentras parking privado y ascensor. La casa en sí es preciosa y tiene todo lo necesario.
Contaba con microondas, horno, nevera pequeña, cubiertos, utensilios de cocina, sal, aceite, vinagre, productos de limpieza, TV, varios juegos de mesa y libros, sábanas, toallas para la ducha, gel, champú, secador de pelo, lavadora y también todo lo necesario para ir a la playa, como sombrilla, sillas y toallas.
En la casita hay un balcón donde puedes comer, desayunar, cenar, ya que tiene una mesa con dos sillas y también puedes tender la ropa para que se seque.
Tanto en el salón como en la habitación había un ventilador de techo que daba bastante aire y no hacía nada de ruido. En la habitación, además, había aire acondicionado, pero nosotros ni lo usamos gracias a la brisa que entraba por la ventana y al ventilador del techo.
En la habitación encontramos un armario empotrado bastante grande para guardar todo lo que necesites. La cama era muy cómoda y las sábanas suaves.
La zona en la que está ubicada la casa es muy tranquila, sin mucho tráfico de coches. Está a unos 200 metros de la playa, pudiendo ir andando y llegar en unos pocos minutos. También encuentras mucha variedad de restaurantes.
Agradecer a Murielle que nos permitió salir más tarde porque había disponibilidad.
Repetiremos seguro