El ático está completamente equipado y es amplio y funcional. Muy cerquita de la playa, que es fantástica si tienes niños pues es tranquila y sin oleaje. Tiene dos terrazas, una de ellas fabulosa al atardecer. El piso está cerca de tres supermercados y enfrente de una farmacia. Los dueños son encantadores y están siempre pendientes, si surge algo, de solucionarlo.

Estuvimos la primera quincena de julio. El ático tenía todo lo necesario, y todo en buen estado o nuevo: secador de pelo, plancha, y todos los utensilios de cocina. Estábamos como en casa. Realmente estaba al lado de la playa, simplemente cruzar la carretera, y teníamos acceso a la mejor zona de la playa. El pueblo no es nada turístico, mucha gente de la zona. La playa ideal para niños, con apenas olas. La compra del super Froiz la pudimos llevar en carrito hasta casa, y luego lo devolvimos. Es muy común, todo el mundo va con los carritos por la calle. Imprescindibles las visitas a Mugardos, Pontedeume y Betanzos. También recomendable La Coruña. Los restaurantes nos gustaron más los de Mugardos que los de Ares, que está a unos 3 ó 4 minutos en coche solamente. Echamos de menos tener el WIFI pues tenemos unas tarifas de datos móviles muy limitadas; pero bueno, a 100 m hay una caseta de información y tenían WIFI abierto las 24h. En fin, un buen ático. No somos de repetir destinos vacacionales pues España tiene tanta oferta... Pero si volviéramos a Ares, repetiríamos alojamiento sin duda. Diego y familia muy majetes, formales y organizados.