Islantilla en sí no es lo que esperaba. Demasiada gente y para tener unas playas tan amplias, todo el mundo se apelotona como si fuesen playas diminutas. Lo mejor de estar aquí, es haber ido a Tavira, en Portugal, que sí que merece la pena.
Del apartamento, lo primero es que te mandan una ficha con todo lo que el apartamento tiene pero no te avisan de lo que no tienen, cosas tan básicas como un rollo de papel higiénico, ya que llegamos por la noche cuando ya estaba todo cerrado y ni siquiera había un rollo para poder limpiarnos.
La limpieza de camas, cocina y baño, bien. Pero los techos con telarañas, el ventilador del salón sin limpiar con muchísimas telarañas. También está la cantidad de hormigas que hay dentro del apartamento. Me ha faltado traerme una crema para tanta picadura de araña. Además, sí hay sartenes, ollas y demás utensilios de cocina,pero creo que deberían darle un vistazo porque la mayoría desconchadas u oxidadas. Así, que casi toda la comida precocinada para calentar en microondas u horno.
La urbanización, bastante bien aunque no está a 800 metros de la playa, ni a un paseo de 10 minutos andando. Se tarda unos 10 minutos en coche en llegar hasta la zona de aparcamientos, que durante los meses de verano es prácticamente todo zona azul o roja, así que te cuesta una pasta ir a la playa. La urbanización está de la playa más cercana a 2'5 km, lo que implica 30 minutos andando.
En general, bastante decepcionada, sobre todo con el apartamento puesto que por el anuncio no es lo que esperaba encontrarme. De hecho, me he sentido estafada.
Realmente no creo que vuelva nunca a Islantilla, y si lo hago, no será a esta urbanización